Guión de Mesías: Episodio 7, Parte 2
CECILIA PEEK: Pienso que el término Edad del Obscurantismo, en mi opinión, se aplica correctamente a cualquier época en la historia de la humanidad cuando la autoridad de Dios en la forma del sacerdocio no está en la tierra. Así que pienso que en ese sentido está apropiadamente aplicado a los años que tradicionalmente conocemos como la Edad Media.
Por otra parte el periodo que tradicionalmente consideramos como la Edad del Obscurantismo, la Edad Media o periodo Medieval, fue una época cuando hombres profundamente religiosos y estudiosos estaban trabajando para tratar de interpretar, entender y articular de manera muy interesante su teología y su fe en Dios. Y en este sentido no lo considero edad media en absoluto.
MILTON BACKMAN: La restauración en un sentido empezó cuando José Smith, quien aún no tenía quince años de edad entró a orar en un bosque.. El se arrodilló en oración tratando de determinar a qué iglesia debería unirse, porque él sabía que él era un pecador. Él le había preguntado a otros: ¿Qué debo hacer para ser salvo? De hecho por tres años el estuvo buscando, preguntando, investigando y no podía encontrar una respuesta satisfactoria. Así que fue a un bosque, creyendo en la amonestación de Santiago: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídala a Dios”. Y se arrodilló en oración.
Lo primero que el joven José aprendió fue que el poder del mal es real. Sintió que iba a ser destruido y después sintió un alivio y vio una luz, una luz brillante… Y en esta luz vio a dos personajes gloriosos y en una ocasión dijo que: “La semejanza entre ellos era asombrosamente exacta”. (Historia de la Iglesia 4:536).
Durante esa visión, aprendió que Jesús es el Cristo. Esa fue una de las grandes verdades reveladas, la expiación de Jesús, que Él es el Redentor y el Salvador del mundo. Y también en ese momento aprendió acerca de la Segunda Venida, que Jesús volvería. Aprendió muchísimo acerca del Salvador de la humanidad y acerca de la realidad de la apostasía; que la autoridad y las doctrinas verdaderas no estaban sobre la tierra.
Así que su visión fue algo extraordinario la cual introdujo a José Smith al evangelio de Jesucristo.
SUSAN EASTON BLACK: Pensemos en el joven José Smith, un muchacho creciendo en un hogar donde su padre es un granjero. Vivía en el oeste de Nueva York en un lugar llamado Palmira en el área de Manchester. El sólo hecho de indicar que el Padre y Su Hijo se le habían aparecido, fue algo extraordinario. No creo que cuando José salió del bosque hubiera comprendido que la restauración era un proceso y que este era el primer paso.
MICHAEL D. RHODES: Hay varias profecías en el Antiguo Testamento que hablan de “hablar desde el polvo”, cosas saliendo del polvo. Y ciertamente queda claro que esto hace referencia a la venida del Libro de Mormón, precediendo la Segunda Venida de Cristo. Escucharé lo que hable el Dios Jehová: porque hablará paz a su pueblo y a sus santos para que no se conviertan a la locura. La verdad brotara de la tierra la justicia mirará desde los cielos” Una gran descripción, una revelación saliendo de la tierra así como también saliendo de lo alto.
PAUL Y. HOSKISSON: Nos damos cuenta que el Libro de Mormón es uno de las señales de los tiempos. Su salida a la luz anuncia el comienzo de los últimos días y la restauración del evangelio de Jesucristo. Obviamente de esto se había hablado, la llegada del Libro de Mormón, en varias profecías del Antiguo Testamento
El versículo 4 dice: “Entonces serás humillada, hablaras desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo: y será tu voz de la tierra como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo”. (Isaías 29:4).
El hebreo aquí también tiene otro significado y pienso que es bastante importante. Cuando miramos en el Antiguo testamento a la palabra hebrea ov, “detrás de este espíritu familiar”, está hablando acerca de un espíritu que habla desde los muertos. Ciertamente el Libro de Mormón tiene un espíritu familiar. Cuando se lee por primera vez es familiar, es algo que usted reconoce. Y creo que esto es cierto tanto con nuestra Biblia y el Libro de Mormón. Se trata de los antiguos profetas que han muerto desde hace mucho tiempo y son los que nos hablan desde el polvo de la tierra.
JOHN TANNER: Es importante que las últimas palabras que Jesús habla aquí en el monte de los Olivos a sus discípulos antes de ascender al cielo profetizan de la señal que se llevará a cabo antes de que venga en su gran Gloria. “Mas recibiréis la virtud del Espíritu santo que vendrá sobre vosotros; Y me seréis testigos en Jerusalén; y en toda Judea, y samaria y hasta lo último de la tierra”.
Esto es como una profecía que él da antes de su crucifixión: “El evangelio del reino será predicado por todo el mundo, como testigo a todas las naciones”. Hasta que él no regrese otra vez esto no sucederá.
MICHAEL RHODES: wəḏabēr ’ălêhem kōh-’āmar ’ăḏōnāy yəhwih hinnēh ’ănî lōqēḥa ’eṯ-bənê yiśərā’ēl mibên hagwōyim ’ăšer hāləḵû-šām wəqibaṣətî’ōṯām missāḇîḇ wəhēḇē’ṯî ’wōṯām ’el-’aḏəmāṯām: wə‘āśîṯî ’ōṯām ləḡwōy ’eḥāḏ …. “Y les dirás, así ha dicho el señor Jehová: he aquí yo tomo a los hijos de Israel de entre las gentes a las cuales fueron y los juntaré de todas partes y los traeré a su tierra y los hare una nación en la tierra” (Ezequiel 37:22). Llevado a cabo maravillosamente cuando vemos el evangelio de Jesucristo, predicado por todo el mundo, usando el Libro de Mormón como una herramienta para reunir junto al esparcido Israel de todas partes del mundo.
“Y tú, hijo de hombre, toma ahora un palo y escribe en él para Judá, y para los hijos de Israel, sus compañeros. Toma después otro palo y escribe en él: Para José, palo de Efraín y para toda la casa de Israel, sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo y serán uno solo en tu mano” (Ezequiel 37:16–17).
KERRY MUHLESTEIN: Ezequiel 37 es maravilloso, porque profetiza acerca de la llegada del palo de Judá y el palo de José. Como Santos de Los Últimos Días a veces pienso que leemos esta parte con un poco de simplicidad y nosotros mismos nos hacemos daño cuando hablamos a nuestros amigos cristianos y judíos con tanta simplicidad. Porque si leemos el contexto y leemos cuidadosamente de qué se trata, es básicamente acerca de las tribus. Nos gusta pensar acerca de los palos siendo palos en los cuales enrollaban los pergaminos. Creo que hay algo cierto en esto, pero el significado principal es que la tribu de Judea y la tribu de José, quienes se han caracterizado a través de la historia por estar en guerra con los reinos del sur y del norte, o el reino de Judea y el de Israel, o que por lo menos ha habido tensión entre ellos, que cuando llegue la hora de la Segunda Venida ellos se unirán.
Así que cuando se habla de que los palos se van a unir, él principalmente está hablando acerca de la unión de estas dos tribus; y sin embargo en medio de todo esto ahí hay un segundo significado. Muchas de las profecías de Isaías, Jeremías y Ezequiel pueden tener un segundo significado. El segundo significado es el instrumento que reunirá a estas dos tribus.
PAUL HOSKISSON: En esa época habían varios sistemas de escrituras. Podían escribir en pergamino o en esquelas. Los babilonios escribían en barro. Y también tenían lo que más tarde se llamó díptico, que es una tabla de madera con una hendidura en ella la que rellenaban de cera y luego escribían sobre ella. Así que lo usaban para tomar notas Después de tomar las notas las pasaban a algo más permanente, sólo tenían que suavizar la cera y la podían usar una y otra vez. Así que el profeta aquí está hablando de que tomen dos de estas tablas en las que se pueda escribir. Así que tomemos una para José o Efraín y la otra para Judá. Y sabemos que esto obviamente se refiere al Antiguo Testamento y probablemente al Nuevo Testamento viniendo de la casa de Judá y el Libro de Mormón que viene de la casa de Efraín. Esta es una maravillosa profecía la que él hace aquí. Por supuesto, lo que se supone que el Libro de Mormón debe hacer, continuando en el capítulo 37, supuestamente debe unir las dos casas por medio de la doctrina correcta y el entendimiento correcto y conociendo quién era Jesucristo, el Mesías.
ANDREW SKINNER: Hablando del último recogimiento de Israel, el profeta Jeremías dijo en el nombre de Dios de Israel: “He aquí que yo los recogeré de todas las tierras a las cuales los eché… y los haré volver a este lugar y los haré habitar seguros; Y haré con ellos un convenio sempiterno y los plantaré en esta tierra en verdad, con todo mi corazón y con toda mi alma”. (Jeremías 32:37–41). Esta profética declaración transmite la idea no sólo de un encuentro espiritual sino también de un recogimiento literal, físico en esta tierra que hace mucho tiempo Dios le prometió a Abraham, Isaías y Jacob.
CAMILLE FRONK OLSON: Para mí el recogimiento de Israel, y cuán importante es esta promesa para el Señor, remite todo al gran convenio con Abraham. Esta promesa del pacto de Abraham es el hilo que se teje a lo largo de todos los evangelios y en todos los libros de las escrituras encada dispensación. Así que una vez que sabemos que somos hijos de Abraham, que hemos entrado en este pacto, hay esta extraordinaria responsabilidad y oportunidad de la cual Jeremías profetizó, que él enviaría a los pescadores a pescar los hombres y mujeres por todo el mundo. La idea de que una vez que sabemos que somos un hijo o una hija de Abraham tenemos la maravillosa oportunidad de salir y ayudar a otros a encontrarla. Este injerto en el árbol, Jesucristo, el árbol de la vida en el sueño de Lehí, ése injerto de venir a Cristo y ser sellados a él llegando a ser parte de su familia, es la promesa del recogimiento de Israel. El no ha olvidado a sus hijos. Como Isaías hablo de él que él nos ha grabado en las palmas de sus manos. El no nos olvidaré. Y el recogimiento es una poderosa evidencia de que ese convenio es real.
ANDREW SKINNER: Cuando vine hace años a la cuidad de Jerusalén, estaba en el proceso de reconstrucción. No se parecía a lo que es ahora. Estaba yo caminando por una de las plazas del barrio judío de Jerusalén y vi algunos ancianos caminando con sus manos por detrás de la espalda, mujeres empujando cochecitos de bebes y niños jugando en la plaza. Y pensé particularmente en este pasaje: “Así dice Jehová: Yo he restituido a Sión y moraré en medio de Jerusalén y Jerusalén se llamará la Ciudad de Verdad y al monte de Jehová de los Ejércitos, Monte de Santidad. Así ha dicho Jehová de los Ejércitos; Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén y cada cual con su bastón en la mano por la multitud de sus días. Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos, y muchachas que jugarán en ellas”. (Zacarías 8:3–5). Después de la destrucción del primer templo en el año 586 D.C. y la destrucción del segundo templo en 70 D.C, inclusive después de los grandes desafíos que cayeron sobre el recién creado estado de Israel en 1948, nadie hubiera predicho con tanta precisión lo que el Señor llevaría a cabo en su propio tiempo, y él lo ha hecho y yo lo he visto.
Y aprendí una valiosa lección. Uno puede confiar más en las promesas del Señor que poniendo su fe en la ciencia del mundo. Porque los estudiosos no hubieran predicho lo que nosotros literalmente hemos visto desarrollarse con nuestros propios ojos.
NOEL B. REYNOLDS: El recogimiento tiene una dimensión tanto literal como espiritual. Y ciertamente los judíos lo ven como casi siempre los han hecho, enfocados en el recogimiento literal de aquellos que son de la Casa de Israel. Es por esto que debido a este entendimiento literal que la gente través de la historia en todo el mundo se ha familiarizado con la idea de que Dios puede tener pactos con la gente en la tierra los cuales él cumplirá.
CAMILLE FRONK OLSON: “Y entonces el resto de ellos que estarán dispersados sobre la faz de la tierra serán recogidos del este y del oeste, del sur y del norte y llegarán al conocimiento del Señor su Dios que los ha redimido. Y el Padre me ha mandado que os de esta tierra por herencia” (3 Nefi 20:13–14) hablando de otra tierra prometida y otra herencia. Luego continúa diciéndoles que como la simiente de Abraham “el Padre me ha levantado para venir a vosotros primero y me envío a bendeciros apartando a cada uno de vosotros de vuestras iniquidades; y esto porque sois los hijos del convenio”.
El Presidente Kimball se refirió a esto cuando habló en la ciudad de México acerca de los que vienen a Cristo. México será la tierra de su herencia. Y aquellos en Suiza harán Suiza la tierra de su herencia. Sugiriendo nuevamente que donde sea que se encuentre la gente de Dios quienes han hecho el convenio, donde se construya un templo tenemos una tierra de herencia. Nosotros tenemos un poderoso recordatorio de la presencia de Dios, donde él enseñará, protegerá y los dirigirá a recibir la plenitud del evangelio.
NOEL REYNOLDS: El análisis final es acerca de las creencias y la fe de los individuos. Así que vemos todas las imágenes del recogimiento finalmente llegando a este punto: Que para todo ser humano la pregunta es, ¿se arrepentirán? ¿creerán en el Dios Sagrado de Israel? Pues si así lo hacen, serán recogidos.
KENT BROWN: Estas puertas ahora cerradas, en días de fiesta y horas de oración se llenaban de fieles que entraban y salían. Ellos salían por estas puertas, se paraban en estos escalones que son originales y ellos hubieran pasado de largo junto ciego de nacimiento. Porque fue aquí donde Jesús lo encontró y lo curó. Ustedes recuerdan la historia. El tomó barro y ungió sus ojos y le envió por la colina hasta el estanque de Siloé y regreso viendo.
Creo que este milagro contrasta con el milagro previo en el evangelio de Juan donde Jesús cura a un hombre al otro lado de los terrenos del templo y quien había estado enfermo por 38 años. Aquel hombre lo rechazó; este hombre, ciego de nacimiento, lo aceptó.
Creo que este es el dilema que enfrenta todo el mundo. ¿Cuál es mi reacción hacia Cristo? Y este será el caso hasta la Segunda Venida.