Guión de Mesías: Episodio 2, Parte 2

S. KENT BROWN: Muchos meses antes de que el ángel Gabriel se apareciera a la joven María aquí en Nazaret, él visita en el templo de Jerusalén a un anciano sacerdote llamado Zacarías y le dice que su esposa tendrá un hijo, «Y llamarás su nombre Juan” (Lucas 1:13).

Meses antes de que el Mesías naciera de maría en Nazaret, aquel que iba a preparar el camino para el Mesías nace de Elizabeth, una prima de María mucho mayor que ella.

«En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludo a Elisabeth. Y aconteció que cuando oyó Elisabeth la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabeth fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!»(Lucas 1:42).

CAMILLE FRONK OLSON: María, quien habría de ser la madre del Hijo de Dios, y Elisabeth, la madre de Juan, eran primas de acuerdo al evangelio de Lucas. Ellas se debían conocer; debieron tener oportunidades de relacionarse.

Elisabeth finalmente, después de muchas décadas, tendría un hijo. Cuando la noticia se empezó a esparcir por los alrededores de las colinas de Judea, todos debieron alegrarse por Elisabeth. Este debió ser un día glorioso y memorable. El hecho de que María descubriera que ella también tendría un hijo pudo haber sido igualmente gozoso si el Espíritu le hubiera dado a entender lo que este glorioso [UH] nacimiento significaría para ella y para todo el mundo.
María viene a visitar a Elisabeth como le pidió el ángel. Elisabeth, una mujer anciana, a una edad bien avanzada para tener hijos, se encuentra con María, esta joven, muy joven, más joven de lo que nos gustaría imaginarnos. No me lo puedo imaginar, María debió haber tenido un pequeño desasosiego. Cómo es que ella… ella no se lo ha contado a nadie, ya que no tenía que hacerlo. Elisabeth se entera de que ella no es la única que está embarazada. Y en vez de reprender a María diciéndole: “¿Qué es lo que has hecho? ¡Esto no está bien!, Elisabeth empieza a alabar a Dios y le dice»¿Porque se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mi?» (Ver Lucas 1:43). ¿Cómo supo Elisabeth esto? María no se lo dice. No tenemos evidencia de que ningún ángel se le haya aparecido a Elisabeth. Ella muy claro nos lo dice, que el Espíritu Santo le ha hablado a través de su hijo aún por nacer. Juan un Elías, un precursor, cumpliendo ya con su trabajo testificando de que el Hijo de Dios está a punto de nacer.

En ese momento memorable, usted ve la mano de Dios en esas dos mujeres. No hay un tiempo o lugar más brillante, más glorioso en la tierra que lo que vemos pasar en ese exacto momento. María y Elisabeth tienen en sus vientres el futuro de todos nosotros.

ANDREW C. SKINNER: El estar en Nazaret nos da la oportunidad de reflexionar en los esponsales de José y María. En los días de Jesús, de acuerdo a las costumbres judías, cuando un joven varón y una joven mujer se iban a desposar, sus respectivos padres se reunían y hacían los acuerdos de la boda. A partir de ese momento, los jóvenes estaban oficialmente comprometidos. Generalmente, este acuerdo duraba un año. Y estando la boda ya cerca, las mujeres de ambas familias se reúnen con la joven mujer para intercambiar presentes, dar consejos y celebrar. Es muy improbable que José y María hayan disfrutado mucho, o algo, de estos momentos de celebración.

Cuando decimos que tal vez José y María probablemente no disfrutaron de muchos momentos de felicidad desde el momento de su matrimonio formal después de sus esponsales hasta tiempo después de la llegada de su hijo primogénito, creo que lo decimos literalmente, que no hay mucha felicidad, en términos de las condiciones sociales, en términos de las costumbres normales de aquellos días. Pero probablemente hubo mucha felicidad en las cortes de lo alto.

ALISON COUTTS: Me gusta creer que José creyó todo lo que María le dijo. Mas sin embargo, él es un carpintero, un hombre práctico. Y obviamente pensó por largo tiempo lo que debía hacer. Ellos estaban desposados, que es lo mismo que estar casados. Seguramente pensó en un divorcio, para mantener todo en privado. Privado en este caso significa íntimo. No era un divorcio público, pero era algo en lo que él pensó para salvarla de la pena de muerte.

Ahora, el Señor interviene a través del ángel, para fortalecer a José. El sabe qué camino seguir y que será protegido, pero por encima de todo, que María será protegida.

JUSTIN SU’A: Me gusta el relato de Mateo, cómo en el versículo diecinueve él llama a José un hombre justo, porque él no estaba dispuesto a hacer de ella un oprobio público, fue consciente de dejarla en privado. Y es interesante el ver que tan solo el pensamiento de dejarla le causaba pena. «Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor se la apareció en sueños» y le explicó exactamente quién sería este niño y cuál sería su papel y el de María. Y a causa de esta experiencia él cambio completamente y después de esta visita del ángel él se vuelve cien por ciento cumplidor de los mandamientos del Señor y leal a la que sería su novia. (Mateo 1: 19-25).

ALISON COUTTS: Belén esta cerca de cien millas de Nazaret. Para ponerlo en términos de hoy en día, María a los nueve meses de embarazo se vio forzada a viajar en burro por un camino montañoso. Es casi totalmente seguro que ellos estaban con otras personas. Hubiera sido muy arriesgado en esos tiempos intentar hacer la jornada ellos solos. Pero esto significa que tendrían necesidad de hacer paradas frecuentes y esto debió ser muy difícil para ella. Me imagino esto, porque para cuando ellos llegan a la posada estaban solos y no había ya espacio para ellos, de alguna manera ellos quedaron atrás. Y es todo esto, la incomodidad física de todo esto, y en adición a esto, preguntándose «¿Como podré dar a luz al Hijo de Dios? ¿Cómo va a ser todo esto?» ¿Qué debo hacer? ¿Cómo me debo comportar? «Sin embargo su fe era fuerte y ellos continuaron hasta llegar.

ERIC D. HUNTSMAN: Si la evidencia que Lucas nos da es correcta y las personas estaban llegando de todas partes para ser contados o quizás preparándose para pagar impuestos y si era la primavera, como los santos de los últimos días lo creen, Jerusalén estaba atestado y aproximándose al festival de la Pascua. Probablemente no habría espacio en Jerusalén para todos. Por supuesto, esto es si le creemos a Lucas.

Lógicamente, una de las cosas favoritas de las historias de Navidad es la imagen del malvado hostelero que no tiene un lugar para él. Pero aun así, no estamos tan seguros como nos gustaría estarlo. Cuando decimos no hay espacio en la posada, la palabra posada es la traducción del término griego kataluma, que puede significar “posada”, o una parada para las caravanas, o que también puede ser un cuarto de huéspedes o aposento superior. De hecho la única otra ocasión en que Lucas usa el termino es en Lucas 22:11, y es para el aposento superior que Jesús ha preparado para la ultima cena. Así que no tenemos todas las evidencias para recrear realmente todo lo que pasa en Belén. Podemos tener una pequeña comunidad recibiendo los peregrinos de la cercana Jerusalén, o quizás ¿a una pequeña comunidad que sobre ocupada por personas que vienen a registrarse en su lugar de nacimiento? Quizás fue simplemente que José trajo a su nueva novia a Belén por lo que allí el tenia lazos familiares y no tenía mucho espacio en la casa. El cuarto de invitados estaba lleno, ella está a punto de dar a luz y el lugar más privado que encontraron es el establo.

messiah jesus christ mormon filmRICHARD HOLZAPFEL: Lucas nos dice que los pastores estaban en el campo pastando los rebaños. Eso nos hace asumir que era primavera, esta escena es típica de primavera porque ellos estaban apacentando las ovejas y hay alguna preocupación y atención adicional. Se ha contemplado la posibilidad de que estuvieran cuidando los rebaños del templo. Y por supuesto, siendo para el sacrificio estos deberían de estar sin imperfecciones. Así que, habría un cuidado adicional en el proceso del pastoreo para estar seguros de que ninguna sufriera daño, que iban a estar protegidos. E igualmente desde el punto de vista económico, este es el tiempo en que las ovejas son más vulnerables, al nacimiento, así que aparentemente no tenemos los jóvenes tradicionales que cuidan los rebaños, pero quizás más veteranos, maduros, más experimentados hombres, porque es un asunto económico, un asunto de religión.

Y parece que en este momento ellos están en el campo, cuando de repente, el anuncio del tan esperado nacimiento del Mesías finalmente llegó. Y los pastores, por supuesto, se regocijan. A menudo pienso que si de hecho ellos eran pastores del templo, cuanta más riqueza simbólica tiene esta historia, que ellos están cuidando los corderos recién nacidos y que serán utilizados en los sacrificios más importantes y extraordinarios del templo: el cordero perfecto, y en ese justo momento, nacía el Cordero de Dios.

CLYDE J. WILLIAMS: Sabe, cuando los ángeles se le aparecen a los pastores, esto debió ser claro inusitado aun para ellos. Al comienzo los dos están asustados y aterrorizados. Es entonces cuando se dan cuenta del mensaje. Es algo que no les va a hacer ningún daño. Pero lo importante para mi es que ellos van de prisa. Estos, estos pastores son creyentes, y ellos están emocionados y ansiosos de ir. Y ellos van en dirección a Belén y empiezan a buscar a través de la ciudad, tratando de encontrar este Mesías. Algo así como cada uno de nosotros, cuando sabemos de el Hijo de Dios, entonces debemos buscarlo y venir a Él, y encontrarlo.

S. KENT BROWN: Yo confío en el reporte de Mateo y Lucas, Mateo seguramente de primera mano, Lucas quizás de segunda o tercera mano, pero basado en los relatos de testigos. Y pienso que es el relato de los testigos lo que resalta por encima de todo y me dice, sí, aquí hay un acontecimiento real. Un ángel visitó a ese sacerdote, un ángel visitó a esa joven mujer de Nazaret y visitó a esos pastores y la historia fluye de allí. Y yo la acepto, yo la creo y la tomo al pie de la letra.

«He aquí, un ángel del Señor se la apareció en sueños a José, diciendo: Levántate y toma el niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo te lo diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre y se fue a Egipto. Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y todos sus alrededores” (Mateo 2:13).

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