Guión de Mesías: Episodio 5
¿Quién es este antiguo personaje que aparece al epicentro de la historia?¿Es un gran maestro? ¿Un revolucionario? ¿Un Profeta? O ¿es realmente el Hijo divino de un Padre divino, el literal Salvador del mundo? Buscando contestar estas interrogantes, muchos estudiosos han dejado de lado la divinidad de Jesús y han separado al hombre mortal de aquel Jesús de fe… el Hijo de Dios. Hoy, intelectuales mormones buscan unir de nuevo la historia y la fe, el estudio científico y la revelación moderna, y así lograr un mejor entendimiento de quién era, y sigue siendo hoy, Jesús.
A través de la vida mortal de Jesús, cada paso que dio y cada palabra que dijo, así como la resurrección de Lázaro, lo conducen a los últimos días de su ministerio terrenal. El mundo cristiano ha santificado los lugares y sitios donde Jesús pasó su última semana: El salón de la Santa Cena, el Jardín de Getsemaní donde se realizó la Expiación, el Calvario y la tumba vacía.
KENT BROWN: Cuando Lázaro resucita, Jesús pronto haría lo mismo desde su propia tumba, observado por amigos y enemigos. La resurrección de Lázaro se convierte en una señal innegable del poder que este hombre tiene sobre la muerte y la vida. Para sus amigos aquél fue un milagro jubiloso y la multitud después cantaría “Bendito el Rey que viene en nombre del Señor” (Lucas 19:38). Pero para sus enemigos estos acontecimientos, seguidos por otra purificación del templo, se convertirían en la gota final. “Así que, desde aquel día convinieron en matarle” (Juan 11:53).
KERRY MUHLESTEIN: Es muy interesante lo que pasa a través de la historia, varios grupos quieren culpar a otros por la crucifixión del Salvador y asegurarse que ellos no son culpados. Viendo esto, ciertamente el populacho cumple un papel; está el Sanedrín o los gobernantes de los judíos; los romanos de hecho permiten su muerte. Casi parece como si hubiera tanta gente involucrada que está claro que un solo grupo no puede asumir la culpa y que debemos buscar a quién culpar.
RICHARD HOLZAPFEL: Este pasaje de Primera de Corintios capítulo 15, que tal vez sea el primer relato de la muerte y sufrimiento de Jesús escrito antes de los evangelios Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Pablo escribe: “Porque primeramente os he enseñado lo que así mismo recibí.” O en otras palabras, no les estoy diciendo nada nuevo: ustedes ya saben esto. Les estoy contando una historia que ya saben de cómo, de acuerdo a las escrituras, Cristo murió por nuestros pecados. Y que fue enterrado y al tercer día se levantó de nuevo.
Si no somos cuidadosos puede que perdamos el punto principal que Pablo da. El hecho de que Cristo murió, fue enterrado y resucitó, y aun más importante es que esto ya se había profetizado. Cristo había sido preordenado. Los profetas y los sabios que vivieron durante el Antiguo Testamento sabían esto y sabían que el Mesías, el Dios de Israel, vendría y haría esto.
Pero además, y probablemente lo más importante para Pablo, es que Jesús murió por nuestros pecados, de acuerdo a las escrituras. Y no que no se trata de a quién debemos culpar, ni siquiera de cuándo exactamente fue que sucedió, eso viene a ser importante para la parte histórica de los cuatro evangelios. Entonces, la verdadera pregunta es: ¿Por qué murió el Mesías?
Así que cuando pensamos acerca de Getsemaní, pensamos que él tomó sobre él mismo los pecados del mundo; allí empezó a sufrir, culminando en la cruz. Pero cuando quiero hablar acerca de la culpabilidad, pienso en mi mismo. Es el sufrimiento por el pecado humano, por mis pecados, por mis transgresiones. Y como resultado el Nuevo Testamento trata realmente el tema de por qué Jesús tuvo que morir y no tanto a quién culpar.
JOHN S. TANNER: Tomémonos un minuto para orientarnos un poco. Creo que lo primero que noto cuando miro este paisaje es que hay muchas colinas. Y como vemos, algunas de esas colinas, algunas de las más importantes están aquí. Comencemos con el Monte de los Olivos.
KENT BROWN: Obviamente este es el más sobresaliente y cuando se empieza a bajar hacia el este usted llega a un pequeño valle y luego sube nuevamente, podemos pensar en Jesús estando en ese minarete, un poco más debajo de allá.
JOHN S. TANNER: Ahí está el pueblo de Betania, ¿cierto?
GAYE STRATHEARN: Sí, Betania es el hogar de María, Martha y Lázaro. Aquí es donde permanece Jesús su última semana de vida. Así que él hacía el viaje todos los días desde Betania hasta Jerusalén, pero luego regresaba a Betania probablemente como Juan nos lo dice “porque él amaba a María, Martha y Lázaro.
JOHN S. TANNER: Y al bajar un poco más tenemos la iglesia de Todas las Naciones; más abajo, cerca de la parte inferior de la colina, está el Monte de los Olivos. Y es aquí donde está el jardín de Getsemaní. Así que el Arroyo de Kidrón atraviesa exactamente el jardín de Getsemaní.
Entonces vamos a ir desde el monte de los Olivos hasta Jerusalén.
KENT BROWN: Empezamos con las paredes del área del antiguo templo donde Encontramos una puerta que pasa la pared aquí abajo cerca al Monte Santo llamada la puerta de Dung. Usted sube a la puerta de Sión, enseguida del portón de Sión al otro lado de la pared está la abadía de Dormición, el edificio con la gran cúpula y es cerca de allá donde está el salón de la Santa Cena, ¿verdad?
GAYE STRATHEARN: Sí, es el lugar tradicional donde Jesús viene y se reúne con sus apóstoles para la Última Cena.
Jesús fue muy particular al escoger el día de la Pascua como la fecha para la institución del sacramento. Realmente lo que él está haciendo es tomando una celebración muy, muy importante de la ley judía y usando esto para enseñar e institucionalizar y dejar un recuerdo de él mismo. La Pascua, como ustedes recuerdan es una celebración de la época en la que Israel estaba en Egipto bajo cautiverio. Moisés estaba ahí y estaba siguiendo la guía divina ayudando a los israelitas para que fueran liberados del cautiverio egipcio. Así que Dios les manda una serie de plagas, buscando que el Faraón deje salir a los israelitas. Siendo la ultima plaga la muerte de los primogénitos, no sólo los primogénitos de la gente pero también de los animales. Así que se les dice a los israelitas que tomen un cordero, un cordero sin mancha y lo ofrezcan en sacrificio y que con la sangre de ese cordero marcaran el dintel de sus puertas y así el ángel destructor pasaría sobre los israelitas y no los mataría.
Por 1500 años, los israelitas se han estado reuniendo en familias volviendo a contar la historia como un gran ejemplo de la liberación del pueblo escogido. Así que cuando el Salvador escoge la Pascua él está dando una declaración definida a sus discípulos y a todos los que le escuchan, de que él es el cordero, que él es la representación de este cordero que ha sido sacrificado por 1500 años.
Cuando Juan el Bautista le presenta sus discípulos a Jesús, les dice ustedes necesitan seguir a Jesús, y dice” he aquí el cordero de Dios” y todo judío entendería esto en términos de la pascua. Cristo es este cordero pascual; un ser sin pecado, el primogénito del Padre, el único hijo engendrado en la carne, quien voluntariamente se ofreció como un sacrificio para todos aquellos que vinieran a él, convirtiéndose en el Cordero Pascual. El usó esta transición de lo que estaba pasando en el antiguo convenio lo que debe entenderse como el nuevo convenio.
Me parece interesante que en el primer relato de la institución del sacramento no se encuentre en los cuatro evangelios; se encuentra en el capítulo 11 de 1Corintios. Lo que ha estado pasando en Corintios, es que han tenido problemas con el sacramento y Pablo les escribe para aclarar algunas cosas y es aquí donde quiero hacer un comentario.
En el versículo 23 él dice: “Porque yo recibí del Señor lo que os he enseñado”. La palabra recibir y entregar [son] términos técnicos. Formalmente les entrego lo que formalmente he recibido. Por supuesto Pablo no estuvo allí durante la última cena, pero le informaron, ya sea por medio de los discípulos o aún del Señor mismo. En el capítulo 11, versículo 24 él repasa y habla acerca de lo que ha pasado, “Y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mi. Así mismo, tomo también la copa después de haber cenado, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mi”.
Una de las diferencias más significativas acerca de la historia de Pablo que encontramos en los cuatro evangelios es la palabra en memoria, que la repartición del pan y el vino, es en memoria de lo que Jesús hizo. Hay solamente otro lugar, y es en Lucas, donde realmente él usa la palabra: “En memoria”. Lo que es interesante para mí, cuando vamos al relato de tercer Nefi, donde Jesús instituye el sacramento entre los pueblos de las Américas, es que es muy claro en decir, que esto es hecho “En memoria”. Lo significativo para mí, en el primer relato del sacramento, que tenemos en la Biblia en primera de Corintios, capitulo 11, es que en muchos aspectos es realmente más cercano al relato de tercer Nefi, que a los relatos de los evangelios. Esta es nuevamente una de las ocasiones, en que creo, que el Libro de Mormón nos ayuda a entender y a reconocer los acontecimientos históricos, que suceden en la primitiva iglesia cristiana.
JOHN F. HALL: Pero la última cena no fue sólo una ocasión para enseñar, consistió también en una ordenanza. Una ordenanza muy sagrada que el Salvador efectúo por lo menos para los apóstoles: El lavamiento de los pies. Ustedes recordarán la objeción de Pedro hacia el Salvador de lavar sus pies. El Salvador era demasiado importante y amado por Pedro para que él le permitiera lavar sus pies. ¿Y recuerdan la respuesta del Salvador? “Pedro, si no me permites hacer esto no tendrás parte conmigo”. Y Pedro entonces dice: “Lava mis pies, para que así pueda yo ser parte de ti”.
La forma en que la ordenanza fue se hizo, hace que aquellos que la reciben sean parte de Cristo. Así se sella su conexión con Cristo . Ellos serán de Cristo por toda la eternidad. ¡Qué enorme bendición! Y es en el contexto de esa bendición que él Salvador da las enseñanzas que encontramos en el Capítulo 17 de Juan.
ALAN K. PARRISH: Para mí más que nada en esta oración intercesora, Jesús está orando diligentemente al Padre para que estos grandes hombres y mujeres, discípulos suyos, que tiene que dejar atrás, tengan suficiente consuelo, fe, protección y ayuda. Que ellos puedan en su servicio, en sus ministerios, acercarse a la unidad con el Padre. Y pienso que la parte más urgente y sensible de esta oración es su súplica, de que ellos sean uno, “Así como nosotros somos uno”. Yo pienso que la unidad es lo más importante por lo que él esta orando… Sabiendo, sin lugar a dudas, de las dificultades que ellos encararan. Él le dijo a Pedro en esta trágica noche que antes de que el gallo cantara él negaría su relación o asociación con Cristo, tres veces. Así que Jesús sabía de las dificultades que ellos tendrían. Y aún así, su ferviente oración, y quizás la razón principal de ella, es que ellos tuvieran el consuelo y la unidad que les permitiera hacer lo que tenían que hacer, como apóstoles.
GAYE STRATHEARN: Los Santos de los Últimos Días ven estos eventos de Getsemaní en una manera muy diferente a la de muchos los cristianos de hoy en día. Para muchos cristianos Getsemaní es el lugar donde Jesús se prepara tanto espiritualmente como sicológicamente para llegar a su crucifixión. Sin embargo para los Santos de los Últimos Días Getsemaní es el punto esencial de la expiación, el lugar donde los pecados del mundo fueron arrojados sobre aquel que estaba sin pecado.
CECILIA M. PEEK: El proceso de preparar aceite de oliva es fascinante. Cosechan las olivas, las ponen en un recipiente de piedra enorme y les dan vueltas sobre una gigantesca rueda que las tritura y crea de las olivas algo llamado puré. Y en este estado, cuando las olivas son trituradas en este puré, están irreconocibles. Y el proceso aún no se ha completado. En este punto ellos ponen este puré en unas canastas de mimbre y las almacenan y luego las olivas son finalmente presionadas lentamente por una prensa y empiezan a soltar y a salir a través de las canastas de mimbre agua y aceite De hecho el primer liquido que sale es rojo como la sangre y mancha lo que toque. Así que la imagen del sufrimiento de Cristo en un lugar llamado “la prensa de los olivos”, describe su sufrimiento y su desangramiento.